Monday, November 23, 2009

Cuesta abajo

Cuesta abajo de tus pechos erguidos,

de tus volcanes seducidos por la inercia,

de la cima de tus pezones dulces como fruta,

de tus costillas saladas como mar,

justo al toque de unos dedos y una lengua,

de tu vientre ancho como costa desnuda,

salvajes y temblorosas al contacto de unas manos,

amplio como el deseo en cada uno de tus poro,

de tu ombligo como ojo mudo,

como caverna donde se esconde astuto el deseo,

oscuro como algunas ganas que te nombran en silencio,

más abajo en ese llano ausente arbustos,

deseado desierto en donde acampan tantas ganas,

continente indomable de mis hambres sin tiempo,

justo ahí donde el color corrió,

donde se pinto en blanco y negro un orgasmo,

en donde la noche y el día corrieron a un mismo encuentro,

donde la luz y la sombra te tocaron a contratiempo

sin que mediara palabra o la erección de tus vellos,

ahí justo ahí mismo

donde tus dedos hace poco se humedecieron

de tus transparentes y deletreantes líquidos salvajes,

Justo ahí

en donde el vivir es una muerte silenciosa y agridulce

hay un temblor de estrellas naciendo de mis ojos,

un deseo que te llama y se viene tantas veces

sobre una cama que te espera y me reclamo al punto del grito

y justo ahí, cuesta abajo al filo de tu sexo

se cuece un ansia con el deseo de mi hombre

cuando tu clítoris dibuja sobre tus sábanas mi nombre.

Tuesday, August 18, 2009

Justo al filo de tu sombra

Justo al filo de tu sombra, tu cuerpo,
curvo como una isla en el mar de la noche,
silencioso como una gota sobre una hoja
cerca al toque de un deseo
cuando la carne es color y oscuridad,
cuando el deseo sabe ansias saldas
que se pierde por tu espalda semi húmeda
al paso lento por tus bellos erizados
de una mirada que te desnuda impaciente
el sabor de tu carne, el calor de tus poros,
que desmitifica la leyenda de tu hembra
en la resurrección de alguna muerte minúscula
o en la mirada de algún dios con nombre de poeta,
con hambres de carnes entre abiertas
donde tatuaste con tinta un deseo
mientras mis dedos rediseñan una caricia
muy cerca de tus nalgas como montes
mientras imagino la soledad de tu vagina
que humedece el sabor de mis deseos de ti;
es que justo al filo de tu sombra, tu cuerpo,
también la ausencia de tu rostro de espumas, tal vez,
y las formas de tus senos y pezones de miel;
al final de las cosas hay un algo en tu desnudez
que se me adhiere al deseo al que lleno de rostros
cuando cae sobre tu imagen mi penúltima gana
y un gemido tras de tu ausencia del que tal vez te enteres.

Tuesday, January 20, 2009

Entre negro y gris...

Al filo de lo oscuro, tu cuerpo,
justo al lado de la sombra una luz gris,
un silencio gris sobre una imagen a juego de luces,
un silencio excitado ante el encuentro
de una silueta de hembra casi diosa
y es que la luz se hizo oscura y nació tu forma
ante tu boca astuta que aún dibuja sobre el aire
la forma de mi miembro crucificado en tu lengua
en tu altar sin imágenes más allá del reflejo
de tus curvas sobre una pared vacía
vestida con tus líneas en movimientos lentos en el techo
cuando un viento sin color se posa al filo de tus senos
cuando un gemido se queda atascado entre tus poros
y una gota de sudor rueda por tu cuello carne abajo
en donde se ve la silueta de hombre desnudo y colorido
justo antes de venirse envuelto de líquidos y versos
pronunciando entrecortado tu nombre entre tus vellos
y es que corrieron los colores al no hacer falta,
es que el negro y el gris vistieron de gala tus ganas,
que tu camisa cayó despavorida ante la presencia
de aquel que llegaba encubierto entre las sombras
cuando estabas sola con tus deseos colgando de tus labios,
con tus hombros en un ángulo perfecto para el orgasmo
y es que la noche y el día fueron uno disueltos,
es que me vestí de gris ante el deseo sin rostro de tu imagen
cuando te encontré solitaria y de pie supurando misterios
y un rastro de saliva dibujado en espiral entre tus pechos.