Y la luz escapó de tu cuerpo
la sombra te pintó con otra desnudez;
un silencio vociferado se escondió
justo abajo de tu pecho
-Montaña al viento y saliva-
en una inercia de miradas intranquilas
una gota de sudor en la ingravidez de tu pezón derecho
-Espiral sediento de historias-
tus costillas con olor aquella última caricia
cuando un verso se apostó en tu oído inseguro
en una roce plasmado en una erección vellos y folículos
-Tus poros humedecidos cráteres entreabiertos-
donde silencios y voces se conjugan más allá de las palabras
más allá de tus curvas inverosímiles y violentas
aún más allá de la textura de tu vientre
-Tu carne hostia cocida del misterio-
en el momento en que todo se detiene inclemente
en que la brisa del abanico hace espirales de vapores
cuando tu mano se pierde entre tus piernas
-Hay entre tus muslos cierto rubor de estrellas-
emana cierto néctar para esa bestia hombre,
se escapa cierta vibración para ese hombre poeta,
se derrama una incierta fragancia para tu propia hembra
-Hay un Maná de fulgores vibrando en tu enigma-
tu imagen se vuelve pincel y canvas sobre tus sábanas
en donde yace la silueta te último amante
en aquella última lluvia de húmedos meteoritos
en donde se descubrió una nueva constelación
-Son tantas las lunas desmalladas en tu cuello-
es que ahora que te miro con los dedos llenos de palabras
descubro cierto fetiche de mis ojos deslizando en tus pantis
unas ganas que se quedan dando vuelta por tu imagen,
y algunos versos arañando el final de tu espalda.
Sunday, August 19, 2012
Monday, July 9, 2012
Triptico de una Venus del trópico
I.
Se escapó la luz y la sombra visitó tu cuerpo,
un deseo multiplicado descubrió tus formas,
el gemido trasnochado se encarnó en tu cuello
la sensación a una caricia pendulaba en tu pecho
un sudor vientre abajo se evaporaba en tu sexo
el eco del gemido se enrolaba en tu pelo.
II
Una mirada se perdió justo al filo de tus ojos
a medio éxtasis, medio placer, medio orgasmo
mujer de fuego, de aguas, de viento
mujer placer, placer de mujer de pies a pelo
la tormenta de tus cabellos al filo de noche intensa
y la planicie de tu vulva aún con el sudor del último
amante
cuando murió desdoblado ante tu hembra endiosada.
III
Calló tu figura cuando una palabra se suicidó en tu pezón
izquierdo
una intensa vibración hizo gemir tu boca balbuceando un
nombre
es que explotaste en un mar de minúsculos estruendos
subcarnales
a penas registrado en lo pixeles de la lágrima que
derramaste
justo sobre el último rastro de semen con que jugaste en
tu rodilla
en aquellas horas en que el tiempo parecía correr hacia
atrás
cuando tu imagen desnuda tatuó con aguas aquellas sábanas
cuando un poema se suicidó en tus labios deletreando
algún secreto.
Tuesday, January 17, 2012
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