Tuesday, November 22, 2011

Apenas silencio bañado de cuerpo


Apenas silencio bañado de cuerpo
la inercia de la ropa que se desprende inclemente
la caída de la mirada que desnuda insaciable la carne
el suspiro que va vistiendo la presa del deseo
en el vértigo en espiral que despunta el gemido,
el sigue y el para en conflictivo discurso inconcluso
mientras pasan las horas, las lunas, las bocas
mientras caen las ropas, las copas, las ganas
en el momento en que la luz y la sombra se confunden
y jugamos confundidos al deseo espejo verso
cuando los labios descubren otra desnudez
tatuada de alas en el vuelo del ángel de espumas
sobre el deseado pecado a medio extasiar
a medio pintar de olores sobre el mueble nube
sobre la alfombra con que se sobrevuela el gemido
aguas sobre aguas que se conjugan en elixir
que al evaporarse embruja y arrebata el reloj pasmado
justo cuando el decir se vuelve innecesario.

Es que ahora que te miro con cierta consciencia
la locura se me vuelve un rico vicio entre las piernas
hay entre tus tetas cierta impaciencia esparcida
columpiándose en la última lamida a media prisa;
hay un algo en tu vientre de estrellas infinitas
que se quedó cautivo en el último vello perdió;
hay un algo entre tus piernas medio monte y llano
que tiene el poder absoluto sobre mi sequía;
hay un misterio en tu tú hembra/mujer/galaxia
que llama a sobrevolarte, explorarte, develarte.
Ahora que las palabras se escapan de la imagen a mis dedos
descubro un rico placer de nombrarte en el deseo
mientras la memoria dibuja y da sonido a tu último gemido
en el momento en el que al ángel se suicidó entre tus piernas.