Verde que te deseo verde,
verde pecho en donde arde grande,
el calor húmedo al filo de tu pezón inquieto,
el derecho en donde germina un poema suave,
el izquierdo en donde un verso vibra lento,
los colores que se transmutan en dos sabores
más allá de de la sensación de tu silencio
cuando tu mirada encubre un orgasmo fugaz
y cada vello erecto de tu cuerpo invita al pecado
en el verde monte como el que suda entre tus piernas,
el contacto exacto de mis manos apalabradas
o el rojo, rojo que me excito rojo, al filo
de tus senos como islas donde naufragan los ojos,
el contacto de tu sexo donde se cocina un latido
al paso de los sentidos que nombran las miradas
cuando mis dedos se posan sobre las letras
que me llevan a tu vientre casi exacto, casi tacto,
bajando cuesta abajo a tus pies con mi lengua,
subiendo cuello arriba con la nariz traviesa,
gateando espalda abajo con mi pecho intranquilo,
escalando dispuesto tus nalgas desveladas de ganas,
acampando camuflageado en alguno de tus párpados
cuando verde que te deseo verde,
verde isla desde la distancia de un suspiro,
verde mar como la ola salada que baja por tu cuello,
es que también a veces te deseo roja,
roja sangre, roja lengua, rojo clítoris al filo del toque;
es que muchas veces una foto tuya se me hace tan pequeña
que hago colores con mi miembro y ni te enteras.
Tuesday, October 7, 2008
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